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El Cabildo al Estado Colombiano: insultos de "secta" y "falso ministro" violan Derechos Humanos


BOGOTÁ, 6 de Marzo 2020: Debido al incremento de los ataques contra líderes religiosos y comunidades de fe minoritarias, la Asamblea General del Cabildo Interreligioso de Colombia le envió hoy a varias altas autoridades del Estado Colombiano (incluyendo al presidente Iván Duque) una carta pública. En la misiva, los líderes religiosos denuncian cómo los insultos de "secta", "falso ministro", falsa iglesia", "brujo satánico", entre otros, dejaron de ser meros adjetivos y de convirtieron en verdaderos ataques a los Derechos Humanos, que ha llegado "desde la destrucción de la honra y el buen nombre, hasta amenazas de muerte y atentados en contra de las víctimas, quienes en ocasiones deben huir de las poblaciones donde se hallan ejerciendo su labor pastoral con el fin de proteger sus vidas", señalan los miembros del Cabildo Interreligioso en su comunicado. La Asamblea General menciona puntualmente los descalificativos que se siguen usando para hostigar a personas, líderes y comunidades religiosas: "secta, "falso ministro", "falsa iglesia", "brujo", "chamán" y "adorador del diablo". Todos ellos, afirman los integrantes del Cabildo Interreligioso, son usados especialmente por líderes religiosos con ánimos supremacistas, por individuos fanáticos, o en ocasiones por algunos periodistas. Los ministros de culto integrantes del Cabildo Interreligioso de Colombia no dudaron en señalar en su Carta Pública que los insultos discriminatorios siempre van acompañados de violaciones a varios derechos fundamentales consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la Constitución Nacional, razón por la cual han de considerarse esas agresiones verbales como una clara violación a los Derechos Humanos. Pero los líderes religiosos fueron más allá y le pidieron al Estado Colombiano en su carta pública: "De la misma manera como se ha establecido jurisprudencia con respecto a los descalificativos discriminatorios por razones de raza, orientación sexual y género, y se ha castigado penalmente a quienes, por cualquier medio, han proferido dichas agresiones verbales, es necesario que se haga exactamente lo mismo con respecto a las expresiones discriminatorias por razones religiosas". La Asamblea General manifestó también que tanto la Ley Antidiscriminación como la Política Pública Nacional de Libertad Religiosa se quedan cortas a la hora de proteger a las víctimas de la discriminación religiosa, y pidieron medidas judiciales más contundentes para castigar ejemplarmente a quienes persisten en atacar a los demás por razón de sus creencias religiosas. Desde la fundación del Cabildo Interreligioso de Colombia en junio de 2015, se han recopilado decenas de casos de víctimas de discriminación y de violaciones a los Derechos Humanos en razón a sus creencias religiosas, y se han atendido informalmente más de 100 casos en los que se ha buscado empoderar a las personas, ministros de culto y congregaciones que han sufrido ataques discriminatorios. La mayoría de los atacantes han sido sacerdotes y líderes laicales de la Iglesia Católica Romana, pero también se han registrado ataques provenientes de individuos que se han identificado como judíos (que atacan a judíos no-ortodoxos o también a judíos mesiánicos), o en otros casos como cristianos evangélicos que atacan a las espiritualidades ancestrales, a los católicos y a los musulmanes. Las redes sociales siguen siendo el lugar donde más se protagonizan agresiones contra la libertad, prácticamente en total impunidad. Todos los agresores argumentan que tienen el derecho de atacar a sus víctimas porque en Colombia existe libertad de expresión y de conciencia, y que sus convicciones de fe les obligan a combatir a quienes ellos consideran errados en sus creencias religiosas. Pero para el Cabildo, hay miles de casos que no son denunciados por miedo a recibir más ataques.